La juventud chilena de la Generación Z se caracteriza por su escepticismo hacia la política tradicional, su activismo digital y su énfasis en demandas pragmáticas. Estas son sus principales aspiraciones y modos de participación:
1. Desconfianza en la política tradicional
Solo 1 de cada 10 chilenos confía en sus representantes, y la Generación Z está entre los más escépticos. Han crecido fuera de dictaduras y en democracias con crisis de representatividad, por lo que:
- Rechazan líderes que perciben como alejados de sus realidades cotidianas.
- Buscan transparencia y rendición de cuentas reales más que promesas retóricas.
2. Demandas prioritarias
Cuando se les pregunta por los temas en los que el próximo gobierno debe enfocarse, los jóvenes chilenos de la Generación Z destacan:
- Educación: 83%
- Salud: 75%
- Economía y empleo digno: 64%
- Agenda valórica (igualdad de género, derechos LGBTIQ+, aborto): 58%
- Medio ambiente y cambio climático: 42%
- Inmigración: 39%
Sus demandas son pragmáticas y van más allá de debates ideológicos; exigen soluciones concretas a problemas estructurales.
3. Participación y formas de incidencia
La Generación Z no permanece pasiva: su involucramiento político se canaliza mediante:
- Redes sociales (TikTok, Instagram, Telegram y Discord) para coordinar acciones horizontales.
- Influencer y microactivismo: guían las preferencias políticas de familiares y círculos cercanos, ejerciendo un “efecto cascada” en opiniones de mayores.
- Protestas relámpago y movilizaciones locales organizadas en pocas horas, sin liderazgo visible.
4. Brecha de género y educación
La inclinación ideológica varía según género y nivel educacional:
- Mujeres jóvenes tienden a apoyar opciones de izquierda o centro-izquierda (Michelle Bachelet, Catalina Tohá).
- Hombres jóvenes muestran mayor simpatía por candidaturas de derecha o centro-derecha (José Antonio Kast, Evelyn Matthei).
- Quienes no cursan estudios universitarios se inclinan más hacia liderazgos conservadores, mientras que los que cursan educación superior prefieren figuras progresistas.
5. Sentimiento de influencia y optimismo
Aunque sienten un fuerte deseo de cambio, los jóvenes perciben que su capacidad de influir es limitada:
- Sólo un 39% de la Generación Z considera que puede incidir en derechos humanos o igualdad social, por debajo del promedio global.
- Sin embargo, muestran mayor optimismo en su situación financiera personal, lo que los motiva a demandar políticas que mejoren su empleo y calidad de vida.
6. Riesgos y retos para la gobernabilidad
Las características de la Generación Z plantean desafíos al sistema político:
- Volatilidad electoral: cambian con frecuencia sus preferencias y son “electores infieles” a candidatos tradicionales.
- Radicalización ante rupturas: un evento catalizador (escándalo o represión) podría escalar protestas masivas al estilo de Perú o Nepal.
- Fragmentación: la atomización de nichos (por género, nivel socioeconómico, región) obliga a estrategias de campaña más segmentadas y auténticas.
La clave para involucrar y representar a la Generación Z chilena está en construir mecanismos de participación genuina, atender sus demandas prácticas en educación, salud, empleo y medio ambiente, y restablecer la confianza mediante transparencia y respuesta efectiva. Solo así se articulará el descontento juvenil en reformas democráticas sostenibles.